martes, 28 de julio de 2009

Paso 2: Asumir la decisión de emigrar

Si bien el primer paso para el emigrante es, precisamente, tomar la decisión de emigrar, el siguiente escalón no es menos definitorio del futuro inmediato de la persona que se va: Asumir la decisión de irse.
Pueden pasar minutos, horas, días, semanas o meses antes de que esto suceda, todo dependerá de qué tanto quieras irte y de otros factores que trataremos de enumerar en esta publicación y las subsiguientes. Al igual que no recuerdo el momento preciso en que dijimos "¡Nos vamos!", pues, tampoco tengo una fotografía exacta del instante en que lo asumí.
Quizás haya sido mientras dormía, cosa perfectamente factible, puesto que no es secreto para nadie, que lo único que duerme es el traje biomecánico que traslada y protege al cerebro y que conocemos con el remoquete de "cuerpo". En efecto, bajo el estrés que se vive en nuestras sociedades, especialmente aquellas de los países en desarrollo, el deterioro de la calidad de vida termina por separar la mente del cuerpo y convertirnos en algún modelo ya obsoleto de "Terminator".
Uno sueña, mientras el cuerpo trabaja, se mete en el tráfico interminable, vive con la inseguridad, etc.
Hay un antes y un después, al momento de decidirse a emigrar la adrenalina puede nublar la mente, pero irremisible, implacable e insoslayable; la duda te asaltará cuando caigas en cuenta del hecho. ¿Y ahora? ¿Ajá? ¿Por dónde empiezo, cómo se come esto?
Esa sensación la recuerdas bien, la viviste después de la primera vez de todo, la primera travesura, el primer engaño, la primera vez (Sí, de aquello que todos saben), el primer cambio de trabajo.
Tomaste una decisión, la asumiste y bueno... que venga lo que venga.
En el caso de la emigración, lo que viene son una gran cantidad de preguntas, de incógnitas que me recuerdan a aquellas terribles y muy tristes, películas de "zombis" de los años ochentas; esos monstruos, muertos en vida, se alimentaban de cerebros.
Todas esas preguntas que te asaltarán, se comerán tu cerebro, por eso y para evitar convertirte en un "Terminator" de pura carcaza, pues, tendrás que darles perentorias respuestas.
Así que: ¡Asume sin miedo tu decisión!
Las preguntas vendrán y en este manual trataremos de enumerarlas, sin embargo, las mariposas en el estómago se escapan de nuestras habilidades; esas puedes tomarlas como el preámbulo de las dudas "zombis", come cerebro, que no por conocidas, serán menos ponzoñosas.

4 comentarios:

LU dijo...

Hola Nene ... Desconocía que estuvieses escribiendo este Manual, Gracias a Dios lo agarre en su tercera publicación; me encanta leer lo que escribes, siento que te tengo cerquita y te escucho mientras pronuncias cada una de estas letras ... espero con ansias la llegada del próximo paso quizás leyendo tu Manual encuentre la fuerza para tomar el siguiente paso necesario, esta ha sido una gran idea y estoy segura que muchos seremos los beneficiados con este Manual ... manténme al tanto de la publicación de los siguientes pasos. Besos.

Unknown dijo...

Claro primita, así lo haré. Gracias por tus comentarios; riega la voz acerca del manual, quiero ver hasta donde llega todo.
Besos a todos.

Anónimo dijo...

jeje esta bueno gonz ando pendiente de cada paso jeej pero escribe maass!!ejje... estan buenas tus comparaciones... aqui uno va poco a poco dandole un molde a su vida,se de personas que se desesperan porque las cosas no le salen muy bien desde el principio como pensaban pero hay que tener la mente positiva , eso es lo mejor, y dar gracias de que ese pais te recibio y luchar por lo que tuviste siempre en mente al llegar al meeesmoo!!... bueno estamos pendientes un beso. Isabel V.

EmilyTYO dijo...

Emigrar definitivamente no es una decisión fácil de tomar. Mas aún cuando los promotores ya no tienen quince.
Reiniciar de cero, cero, cero, en un pais desconocido, donde eres otro inmigrante mas, con cierta edad y sin empleo o algo muy basico, sin seguro de atención médica, etc. no es tan sencillo. Por nuestra experiencia, le hemos dado tanta vuelta que seguimos en el mismo punto, y cada año pesa en contra nuestra.
A veces pienso que esa aventura es para jóvenes con ímpetu, ya no para personas en edad media como mi esposo y yo.
Por eso admiro a todos mis familiares y conocidos que ya han tomado la decisión.

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